Hemos venido a jugar
Actualizado 9 de septiembre, 2024
Hemos venido a jugar. A salir ahí afuera y olvidarte de prejuicios, de vergüenzas, del que dirán. A preguntar cuando todos callan, sonreír si no vienen bien dadas. A elegir. Si, a elegir y a tomar decisiones.
A decidirte por aquello que quieres en vez de por aquello que dicen que te conviene.
Hemos venido a jugar. A salir de tu zona de confort y no conformarte.
A caerte delante de la gente, delante de mucha gente, levantarte tranquilamente, tranquilamente colorado esbozar una sonrisa y tan sólo decir…encantado.
Sin chulería, sin arrogancia, pero desvergonzado. Jugar. Jugar a ser tu mismo. Jugar tu papel, con tu guión, a tu manera. Jugar hasta que suene la campana. Hasta llegar al final. Hasta que tengas más historias que contar que sueños anhelar.
Quizás me tomes por un iluminado, por un gurú de esos que se cree demasiado. Más bien diría que es al contrario, te diría que estas letras las forjaron la tristeza y el fracaso. El problema es tuyo si quieres juzgar, aquí no olvides que hemos venido a jugar.
Hemos venido a viajar, a conocer gente, a sentirnos parte de aquella gente que nos hace sentir vivo, que nos hace sentir diferente.Olvídate de caminos marcados, de ir a los sitios por cumplir, de decir siempre que si. Olvídate de los que van de víctima, de los presumidos, de los que andan a menudo cansados y de aquellos que siempre tienen un problema que añadir.
Recuerda quién eres, de dónde vienes. Recuerda que las mejores historias son aquellas que te suceden tras una gran pérdida, una desilusión, un fracaso o un desamor.
Y recuerda no dejar nada a medias. Sal y juega.
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