Frases de El monje que vendió su Ferrari
El monje que vendió su Ferrari no es un libro cualquiera. Es una bonita historia de esas que inspira y motiva.
Digamos que es un libro que dejar en tu mesilla de noche para cuando las dudas vengan a visitarte y dónde podrás encontrar un buen puñado de frases motivadoras que te sirvan de aliento para el camino.
- «Cuando te atreves a salir de tu círculo de comodidad y explorar lo desconocido, empiezas a liberar tu verdadero potencial humano. Cuando se fuerzan los límites, estás abriendo reservas físicas y mentales que ni siquiera imaginabas tener.»
Frases del Monje que vendió su Ferrari
Esta es tan sólo una selección personal:
Un ardiente sentido de la pasión es lo que mejor puede propulsar tus sueños. En nuestra sociedad hemos perdido la pasión. No hacemos las cosas porque nos guste hacerlas, sino porque creemos que hemos de hacerlas. Es la clave de la desdicha.
- Una que hace referencia a salir de nuestra zona de confort, algo tan complicado y a la vez tan beneficioso:
Cuando te atreves a salir de tu círculo de comodidad y explorar lo desconocido, empiezas a liberar tu verdadero potencial humano. Cuando se fuerzan los límites, estás abriendo reservas físicas y mentales que ni siquiera imaginabas tener.
Y para terminar:
Siembras un pensamiento, cosechas una acción. Siembras una acción cosechas un hábito. Siembras un hábito, cosechas un carácter. Siembras un carácter, cosechas un destino.
Son tan sólo tres frases del libro, pero en verdad «El monje que vendió su Ferrari» al igual que el Arte de la guerra está plagado de citas que inspiran.
La última es muy buena. Tiene buena pinta ese libro.
es muy bueno y de esos que siempre viene bien releer de vez en cuando 🙂
A mi me encanto! y practico varios ejercicios como el de la rosa; Suelo acercarme al mar y me imagino una rosa gigante rodeada de luz sobre el azul inmenso. Utilizo la imagen para suplir los pensamientos negativos. Funciona 100 por 100.
Gracias por comentar Ander!
Buena selección
Gracias por las frases de Robin S. Sharma